La semana pasada escribía sobre como están algunos organizadores enfrentándose a la pandemia a la hora de organizar competiciones. Sobre si deben o no arriesgarse a la aventura de, nada menos, que montar una competición en la que participarán cientos de corredores, con sus respectivos acompañantes, con todas las garantías de seguridad y sanitarias necesarias. Pero, ¿cómo nos afecta toda esta crisis a los corredores? Lo que escribo a continuación, aunque hable principalmente de trail, se puede aplicar a cualquier modalidad deportiva.
Lo más fácil es decir «Pues no corremos ahora. Ya vendrán tiempos mejores». Pero creo que eso es un error y, personalmente, atenta contra uno de mis principios en la vida, que es hazlo hoy que puedes y no tendrás que arrepentirte mañana. Porque no sabemos como estaremos, o si ni siquiera estaremos. La vida tiene que seguir, incluso en una pandemia, siempre y cuando se den las condiciones adecuadas. Y recalco lo de condiciones adecuadas, porque no necesariamente hay que esperar a que el virus deje de existir. En medio de una ola de contagios con los recursos sanitarios colapsados, pues obviamente no se pueden organizar competiciones deportivas. Pero si nos encontramos en un periodo más o menos controlado y con baja incidencia, ¿Por qué no? ¡A por ello!
El siguiente problema es la logística. Hay quien va a las carreras sin acompañantes y sin equipo de soporte en los avituallamientos. Pero hay quien va a competir y necesita colaboradores en los avituallamientos. Si los organizadores no permiten acompañantes en los avituallamientos, al que va con la intención de competir igual ya no le interesa. Y no es egoismo, es que su interés es competir. Por otro lado, si los organizadores permiten que los avituallamientos se conviertan en una feria, igual otros tantos corredores se piensan lo de asistir, o no, por cuestiones de seguridad. Y también está el límite de aforo en los avituallamientos. Los que van primero no tendrán que hacer cola, pero los que vienen rezagados atrás igual tienen que esperar un buen rato hasta que puedan entrar en el avituallamiento, con los problemas que eso conlleva, como el enfriamiento y retrasar la ingesta de alimentación. ¿Habría que utilizar mascarillas y guantes para los avituallamientos? ¿Los pone el corredor o el organizador? Porque una mascarilla que se moje por el sudor, o agua, en la mochila pierde su eficacia.
En mi opinión, las competiciones son competiciones vayas con el objetivo de entrar el primero o de entrar un minuto antes de la hora de corte. Pero la naturaleza es competitiva por definición y, por lo tanto, tiene que primar siempre la organización a que se den unas condiciones adecuadas para el que quiera ir a competir. Y no estoy hablando de condiciones idoneas, sino de condiciones suficientes. Ésta, por ejemplo, fue una de las razones por las que no se celebró UTMB este año. ¿Se deben organizar carreras si no se dan unas condiciones adecuadas para los que van a competir? Si la respuesta es que sí, entonces ya dejan de ser carreras y son travesías, marchas o como queráis llamarlas.
Otro factor importante a tener en cuenta en los corredores son los entrenamientos. Hay quien, en caso de un confinamiento domiciliario, tiene un jardín grande para entrenar, o quien tiene una cinta para correr, pero hay quien vive en 40 metros cuadrados con su pareja, dos niños y un perro. Durante un confinamiento domiciliario resulta, para mucha gente, imposible entrenar. Pero además, incluso los que pueden sacar adelante algunos entrenamientos no lo van a poder hacer en montaña. Y todos sabemos que la adaptación al clima y al terreno es vital para obtener un buen rendimiento en una competición deportiva. Por otro lado, cuando se sufre un confinamiento perimetral algunos deportistas se tienen que conformar con el terreno que haya en su localidad. Yo, por ejemplo, necesito conducir una hora para poder entrenar en terreno montañoso. Todo lo que tengo en mi localidad es completamente llano. Es verdad que en algunas regiones te permiten salir fuera de tu localidad para entrenar si estás federado, pero en otras solo te lo permiten si eres profesional. Porque estar federado y ser atleta profesional son dos cosas totalmente distintas. Y además, aunque hoy te permitan hacerlo quizás mañana las medidas sean más restrictivas y te tienes que quedar en tu localidad, o incluso en tu casa.
Una carrera, especialmente una de larga distancia, no se prepara en un par de semanas, ni en un par de meses. Si los corredores no pueden entrenar bien, muchos no van a querer, por falta de forma, participar en muchas de las carreras.
Concluyendo, no solo hace falta que se organicen competiciones, sino que hace falta que haya corredores que quieran participar en ellas porque se dan las condiciones adecuadas y porque pueden entrenar lo suficiente para llegar en un estado de forma óptimo el día de la carrera. Así que igual, con tantas complicaciones, hay que replantearse seriamente lo de «Pues no corremos ahora. Ya vendrán tiempos mejores».
Soy una persona normal queriendo hacer cosas extraordinarias