Ciclismo

V Huelva Extrema


¡No pudo ser! Cuando todo iba viento en popa, en apenas 10 kilómetros se echó todo a perder. Y es que en un carrera tan larga, todo puede pasar.


Crónica

A pesar de quedarnos a dormir en Almonaster La Real y llegar al cajón de salida 40 minutos antes, ya estaba medio lleno. Pero no pasaba nada, igual que el año anterior, en los 6 kilómetros de asfalto me acercaría a la cabeza. Y así fue. Al entrar al carril ya me encontraba en buena posición para hacer la carrera como me había planteado, sin atascos.


Empezamos fuerte pero sin pasarnos de pulsaciones — 170ppm en subidas y 155pmm-160ppm en llaneo -, que en esta carrera todo lo que se pueda guardar para el final, bueno es. En la primera bajada pierdo el bote de bebida isotónica. No pasa nada, compensaría con barritas y geles la demanda de hidratos de carbono. Todos los puertos hasta Santa Ana La Real los subía con bastante potencia. Todo iba perfecto.

Llegamos al primer punto de control en el kilómetro 60, Zalamea La Real, en un tiempo de 2:46. A solo 15 minutos de la cabeza de carrera. Iba en el puesto 38 y 16 de la categoría. Perfecto, estábamos dentro del objetivo.


La falta de fuerza ya se iban notando en los corredores y seguía adelantando a alguno más, llegando a colocarme entre los 30 primeros. Y además, iba reservando un poco de gas para los kilómetros finales. ¡Genial! Todo está saliendo mejor de lo que esperaba.

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Pero mi gozo en un pozo, en el kilómetro 90 rajé la cubierta delantera. Entre el barro y la falta de agua para limpiar, me costó trabajo encontrar la raja. Era grande y en un lateral, así que no iba a sellar ni con una mecha. Nada, pues a poner una cámara. Perdí muchísimo tiempo y entre el agua y el viento, cogí muchísimo frío. Me costaba arrancar, ya las piernas no iban y lo peor es que la rueda se estaba vaciando. Había pinchado otra vez. Le mandé un mensaje a mi mujer para que me buscase una cámara y me la llevara al siguiente punto de control, en el kilómetro 103. Pero esos 10 kilómetros los tenía que hacer con la rueda vaciándose. Parándome a llenar y cogiendo frío.

Fueron 10 kilómetros eternos en los que la cabeza dijo basta. Mi objetivo de quedar entre los 40 primeros quedaba muy lejos. Me iba a costar muchísimo remontar y, además, en el kilómetro 103, las únicas fuerzas que quedan es para acabar la carrera. Pero sobre todo, porque en 10 días hay que ir a La Rioja Bike Race, con 3 etapas a cual más dura. Así que decidí ahorrarme el sufrimiento y abandonar. Además, volver a poner una cámara, que por cierto la consiguió, no me garantizaba volver a pinchar otra vez a los pocos kilómetros y quedarme en medio de la nada esperando al coche escoba.

Fotografía: Juan Monterde

Conclusión

Vamos a ser positivos. Conseguí mantenerme sobre la posición 30 y cerca del top 10 de mi categoría durante 100 kilómetros. No fueron simples minutos de gloria. En las subidas me encontraba muy bien e iba rápido sin pasar de pulsaciones.

Ahora toca descansar y mantener este estado de forma hasta el parón del verano. A ver si es posible.

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